Todo el mundo habia estado menos nosotros y no podiamos ser menos... también queriamos tener nuestras fotitos en estos preciosos campos morados luciendo bajo el atardecer. Sin duda un precioso regalo para la vista de parte de nuestro creador, algo que nos hace pensar que a Dios si le importamos y que se preocupa por nuestro bienestar, no hay ni un solo día que no salga el sol para todos.

¿Y que hacemos este fin de semana? ... al final decidimos irnos a un lugar donde podernos bañar y estar fresquitos... pero en esta ocasión no acertamos mucho con el sitio.

Salimos de casa a las 16:30 h. aproximadamente y tardamos sobre una hora y media desde Madrid, la carretera a esa hora fue bien , una vez que cogimos la n-320 nos dimos cuenta que es una carretera para  disfrutar conduciendo. 

Primero llegamos donde nos recomendaban algunas aplicaciones que podiamos pernoctar, era cerca de un mirador, justo donde se encuentra la presa del embalse y después de meternos hasta el fondo con la autocaravana, nos dimos cuenta que no era un buen sitio para acceder al pantano y poder bañarse, pues el terreno era muy escarpado. Pero si es cierto que allí si puedes aparcar para dormir tranquilamente. Como había coches aparcados nos costó dar la vuelta.

LLegamos a la localidad de Sacedón , y sin pararnos a verlo empezamos a buscar la manera de llegar al embalse lo mas cerca posible.  Por fin vimos unas indicaciones que ponía camino a la playa  (Pareja) y por allí que nos metimos. 

El primer tramo era  por carretera hasta llegar a una zona bastante buena para dormir , con alguna sombra que otra, una rotonda junto a una parque. aunque por la noche nos dimos cuenta que esa zona es de botellón y la fiesta se alargó hasta la mañana del día siguiente, por lo que no la recomendamos para pernoctar, al menos en verano. 

Como queríamos estar mas cerca del embalse continuamos por un camino de tierra con algunos baches, pero fuimos sorteándolos despacito y sin problema... es cuestión de ir muy tranquilo.

Y alli nos plantamos, justo donde veis en la foto, a un paso del embalse de entrepeñas.

Nuestra primera impresion no fue muy buena, pues estamos acostumbrados a mas vegetación y la verdad es que el lugar era un poco árido, ni una maldita sombra y todo lleno de pedrolos enormes que si no andabas con cuidado te dejabas un pie como tropezaras.

Ademas el olor no ayudaba mucho, olía un poco a agua estancada y eso le hacia perder el encanto, pero aun así hacía calor y decidimos bañarnos y practicar con la tabla de paddle surf( por cierto hay empresas de alquiler tanto de tablas como de piraguas allí mismo) .

El agua no estaba mal de temperatura , aunque nada mas meterte estaba un poco sucia con vegetación flotando, ya cuando te ibas más al fondo la cosa mejoraba. 

Es una zona donde la gente tiene muchas embarcaciones para navegar, asi que el paisaje del embalse es con muchos barquitos dentro del agua.

El calor fue un poco inaguantable ese fin de semana y aún debajo del toldo o dentro de la autocaravana con todas las ventanas abiertas el aire era muy caliente... así que la única manera de salvarnos del calor abrasador era dándonos un baño. Lo cierto es que se hizo bastante incomodo tanto calor en un lugar tan árido.  Excepto una Camper que estacionó cerca de nosotros no vimos ninguna autocaravana más y en pleno mes de Julio, tampoco vimos estacionadas en los otros dos parkings permitidos.

Al día siguiente no aguantamos más, el calor era insufrible así que arrancamos y nos fuimos a Madrid para ducharnos, ponernos guapos e irnos a los campos de Lavanda de Brihuega. Podíamos haber ido directamente como habíamos pensado ya que hay un aparcamiento grande y controlado (gratuito) justo enfrente pero no lo hicimos. 

Eso sí meterse por el pueblo hubiera sido un poco difícil con Rompenieves y el pueblo lo engalanan acorde con la temática de la lavanda y bien merece unas fotos.